martes, 5 de enero de 2010

Viaje a Baños _ El Pailón del Diablo


Un lugar mágico que esconde mitos



El Pailón del diablo admirado por turistas nacionales y extranjeros.


El rugir del agua al chocar entre las piedras hace del Pailón del Diablo un lugar admirado por propios y extraños. Sus 100 metros de altura permite que los turistas observen maravillados aquel manto blanco que imponente cae desde una vertiente.
El olor a tierra húmeda se percibe desde la entrada principal de Río Verde, el pueblo donde se encuentra El Pailón del Diablo, llamado así porque en una roca esta tallado la forma de Satanás.
Varias personas subían y bajaban acompañados de amigos y familiares. Al pasar más de uno no se resistía a las fragancias de las flores silvestres que se emanaba en el lugar. Carlos Trujillo quien visitaba junto a su familia el Pailón, mientras realizaba ejercicios de respiración, comentaba que el aire que se percibe en el lugar es muy purificante para los pulmones, que de una u otra forma son contagiados por el smock de la ciudad.
El clima era cálido y pese a que pequeños chubascos se avecinaba y el cielo se encontraba nublado, no fue impedimento para que los forasteros prefieran disfrutar de la caminata, mientras que otros admirados observaban como una boa de cinco metros era sujetada por una estudiante de la Universidad de las Américas, María Alejandra Artieda, que sin temor alguno la sujetó y sentía como la piel áspera y escamosa de la boa se deslizaba entre sus dedos y el cuello. Más de uno la imitó y niños de igual forma no querían perderse la oportunidad de tener entre sus manos a ese reptil que con su mirada cristalina y su piel escamosa entre café y verde llamaba la atención.
Al descender por un camino empedrado que se perdía entre la hierba mojada, se escuchaba como los grillos y aves hacían sonidos, tal pareciera que daban la bienvenida a los visitantes con su cantar.
Las personas en cunclillas atravesaban las cuevas que conectaba a otro lado de la cascada y entre más se avanzaba por el lugar, el agua transparente y fría bañaba a los que cruzaban por ahí.
María Paula Núñez, quien visitaba por primera vez el Pailón del Diablo quedó fascinada por la belleza del lugar, pero a su vez temblaba ya que el agua de la cascada la había empapado todo su cuerpo “es muy bellos este lugar está rodeado de aéreas verdes, lo cual permite que uno se sienta más cerca de la naturaleza, pero a su vez el agua que cae es súper helada, que llega hasta los huesos.” La tarde caía y al llegar a la llamada Grieta al Cielo, las personas tenían que cruzar entre las rocas puntiagudas, al final un balcón de madera se encontraba debajo de la cascada las personas que se subían en aquel lugar recibían un baño tal como si fuera agua bendita.
Con la agresividad con la que baja el agua hace que los nervio se tiemplen es demasiado arriesgado la persona que dura más de un minuto dentro de aquel torrente de agua, menciona María Paz Valdivieso mientras exprime con sus manos su camiseta Apolo negra.
La adrenalina comenzaba a fluir al momento de atravesar aquel puente colgante de madera a cada paso que daban se movía de un lado al otro. Mientras cruzan gritos y hasta plegarias se escuchaba de las jóvenes que evitaban abrir sus ojos hasta llegar al otro extremo.
El tiempo transcurre lentamente en aquel lugar, que refresca a cualquier humano con la tranquilidad y paz que se transmite en el lugar , rodeado de vegetación y el cantar de sus aves que habitan en el Pailón del Diablo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario